Versos sáficos
Imaginé tu cuerpo como un sueño
y desperté en tus
brazos, piel ardiente;
bogué resuelto por tu
mar yacente,
fui de tus ondas
navegante y dueño.
Puse al amarte
voluntad y empeño,
fuiste en la entrega
frenesí candente,
cuando el abrazo
penetró en simiente,
al limpio surco de
calor sedeño.
Mar arbolada de
turgentes senos,
valles profundos de
humedades cálidas,
nuevos caminos sin
tabú ni frenos,
trémulas rutas por
tus carnes pálidas.
Todo lo dimos con
pasión y hondura
queda en los cuerpos
el amor ternura.
Madrigal....que palabras tan sensibles, tan bonitas...que llegan hasta dentro de cada uno de nosotros. Muchísimas gracias por compartir tus versos...tus palabras...esa magia que emites con tus escritos. Besos. isabel1
ResponderEliminar