sábado, 24 de septiembre de 2011

Capítulo I- Los comienzos (Por Pirata)

Allí estaba con el petate al hombro frente a los baños árabes. Justo  en el centro de Túnez, capital de la República Tunecina.


El viaje empezó en las costas de Sicilia,  dos semanas antes.
En el puerto de Siracusa yo regentaba una taberna a la antigua usanza. Una taberna portuaria en la que los clientes bebían y se jugaban sus pagas y sus vidas. La torre de Babel no debería de ser muy diferente a aquello; se juraba en todos los idiomas conocidos. Gentes de muy distintos lugares que solo les unía su fobia a la ley.
Yo vivía y dejaba vivir. Los ingresos eran suficientes, mi economía era holgada, y ya no pasaba las noches en vela en el puente pendiente del radar. Aunque añoraba aquellas noches de acecho a una posible presa fácil a la que saquear.
Todo marchaba bien hasta que entró en el local aquella mujer (mala puñalá le den).
Resultó ser la mujer del práctico del puerto, un hombre rudo y con amistades más que peligrosas, que me obligaron una noche de verano a salir por la ventana sin más equipaje en el petate que dos mudas,  un cartón de Chesterfield,  mi zippo y la navaja multiusos.
No salí corriendo por miedo, no, Salí corriendo por tener en gran aprecio mis atributos masculinos, que el práctico, a voz en grito, pregonaba que se los daría de comer a los marrajos. Y no le tengo yo tanto cariño a esos escualos como para dejarme pillar.
Casi 24 horas pase escondido en el eje trasero de un trailer. No sabía dónde me llevaría aquel ferry. Sólo sabía que tenía que salir de Sicilia a toda costa. Aunque a las dos horas de camino recordé que no le había pedido el teléfono a la morena y me dieron ganas de volver. Pero ya estaba hecho, no había vuelta a atrás.
El miedo a ser descubierto al desembarcar el camión pronto se calmó.
No me descubrieron, y es que después me di cuenta de que el método de entrada que yo utilizaba es el que normalmente se utiliza para salir, Por lo tanto nadie podría imaginar que un loco como yo decidiera entra en Túnez de aquella manera..
En cuanto el camión hizo una parada, salté del eje y, sacudiéndome el polvo, me acerqué a un paisano,  con rasgos árabes, que por allí andaba. Él fue el que me explicó dónde estaba. Me dijo que podría acercarme a la ciudad en su vehículo. El fulano se dedicaba al negocio de los dátiles y se disponía a llevar un cargamento al zoco.
Yo me puse muy contento por no tener que caminar e ir cómodamente sentado en la cabina de su camión.
El vehículo en cuestión resultó ser una mobilette del año 84. y el cargamento, una caja atada con cuerdas a la parte posterior. Para consolarme pensé que aquella motocicleta no dejaba de ser un camión ligero. A su imaginación el cuadro: el paisano delante, yo, detrás, con el petate y la caja de los dátiles en las rodillas, a una velocidad de vértigo.
Bien creí que de aquélla o me mataba o nos detenían por conducción temeraria.
Cuando llegamos a la medina ,y después de besar el suelo, me indicó el transportista dónde estaban los baños, para poder asearme y  cambiarme de ropa.
Me encontraba frente a los baños, muy cerca del alminar de la mezquita, en pleno centro de Túnez, escuchando la llamada a la oración de medio día que hace el Al-Muaddin.
De pronto escucho una voz tras de mí :
-Hay que ser tonto del culo para venir a estos baños
Aquel tipo mediría unos dos metros; fuerte, con cara de pocos amigos. En aquel hombre todo era grande. Todo menos un perro canijo que no dejaba de ladrar y de intentar morderme el bajo de los pantalones.
-¡Sultán, deja de molestar al pipiolo!, gritó
El perro, con un último gruñido, me avisó de que obedecía a su amo pero que yo no le caía nada bien.
-Sígueme. Me llamo Res


Mientras caminábamos por el interior del zoco me explicaba que aquel país estaba sin gobierno. El actual era un gobierno provisional y que a las próximas elecciones se presentaba 107 partidos. Que estaban como moro sin rey. Y que derogar aquella ley del Corán por la cual a los ladrones se les cortaba la mano izquierda había sido un gran error.
Cruzamos la medina a la carrera. La plaza donde del gobierno se encontraba rodeada de alambre de espino y la presencia militar y policial era muy fuerte.

Por fin entramos en unos baños mucho mejor cuidados que los anteriores. Dentro de la piscina de agua templada, mientras degustábamos un té que me supo a gloria, me contó que era de un pueblo cercano a Valencia, y que se dedicaba a la arqueología, aunque su mayor interés eran las monedas, romanas para más señas. Y allí, en las ruinas de Cartago, es posible que aún quedara alguna por encontrar.

La expedición estaba subvencionada por don Eliades Montealto, alias el Elegante,
Un potentado español que hizo su fortuna con el ladrillo y que ante la falta de posibilidades en España se trasladó a Sidi Bu Said con la intención de comprar Cartago (patria de Almircar Barca y de su hijo Aníbal) para montar un parque temático que le hiciera sombra a la Disney.
Se ofreció  para presentarme al Elegante; quizá él pudiera darme trabajo.
Decidimos ir en su busca, pero al ir a por nuestra ropa (la habíamos dejado al cuidado de Sultán)  nos llevamos una desagradable sorpresa.
El perro dormía plácidamente y en lugar de nuestras ropas sólo encontramos el sitio vacío.
Los baños cerraban y nosotros en pelota picada.



ElPiratacojo

8 comentarios:

  1. cavabaja dijo:
    20 septiembre, 2011 en 15:59 (Editar)

    … yo quiero fotos… sobre todo de la escena final.
    ¡Vaya trío!… de aquí no puede salir nada bueno jejeje.
    Besos para todos menos para uno… no sea que muerda.

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  2. Lunazul dijo:
    21 septiembre, 2011 en 0:47 (Editar)

    Enhorabuena por este blog del Boston Club, me ha encantado la entrada de Pirata, es buenísimo escribiendo y ya estoy enganchada esperando las próximas aventuras de los tres, felicidades! espero seguir leyendo.

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  3. isabel1 dijo:
    21 septiembre, 2011 en 12:00 (Editar)

    ¡Muchas felicidades por este nuevo espacio que se ha abierto en la sala! aún queda cómo definir al trío…seguro que con vuestro sentido del humor y vuestras ocurrencias algo muy bueno saldrá. ¡¡Estaré atenta al segundo capítulo!!

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  4. Marttina dijo:
    21 septiembre, 2011 en 16:51 (Editar)

    ö ¡¡boquiabierta¡¡ ;dicese de la persona que tiene la boca abierta, especialmente a causa de algo que produce sorpresa o admiración; y no sé que es, lo que me ha producido más..pero os seguiré espectante el segundo capitulo, presiento que merecerá la pena esperarlo. Enhorabuena por la creación de este nuevo espacio, traerá aire fresco , sin duda. 000

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  5. angie dijo:
    22 septiembre, 2011 en 2:10 (Editar)

    Me ha encantado Pirata, solo pienso, vaya tres, jajajajaja, debe ser divertido veros juntos, un enorme beso a cada uno, bueno a Elegante un besito.

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  6. Enhorabuena, me quedo sin palabras y esperando creo que llegue lo mejor, y lo mejor es igual que el postre, el final, besos mil...

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  7. Me encanta!!me temo que esto nos va a enganchar y estaremos mordiendonos las uñas hasta el siguiente capitulo..Espero que sean muchos.Gracias Pirata y Elegante.

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  8. Ains señor había hecho un comentario la mar de chulo y lo he perdido, jajaja
    Enhorabuena por este nuevo blog.
    En que el ingenio y la chispa te atrapan a leer.
    Besos a los dos y una sonrisa a Res.
    Isis

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