domingo, 6 de noviembre de 2011

Cuento (por Marttina)

Mientras caminaba, divisó a otro hombre a lo lejos. Al acercarse, notó que el hombre se agachaba constantemente, recogía algo y lo arrojaba al agua. Una y otra vez lanzaba cosas al océano. Cuando Ramón se acercó más todavía, vió que el hombre recogía estrellas de mar que se habían clavado en la playa y una por vez, las iba devolviendo al agua.
Ramón se acercó al hombre y le dijo:
- Buenas tardes.
- Siento mucha curiosidad.
- ¿Qué está haciendo?
El hombre le respondió:
- Devuelvo estas estrellas de mar al océano.
- La marea está baja y todas estas estrellas quedaron en la costa.
Si no las echo nuevamente al mar, se mueren aquí por falta de oxígeno.
Ramón respondió:
- Ya entiendo
- Pero ha de haber miles de estrellas de mar en esta playa.
- Es imposible agarrarlas a todas.
- Son demasiadas.
- Además, seguramente esto pasa en cientos de playas a lo largo de toda la costa.
- No se da cuenta que no cambia nada.
El hombre sonrió, se agachó, levantó otra estrella de mar para arrojarla de nuevo al mar y respondió:
- ¡Para ésta estrella de mar, sí cambió algo!
Maestro: un mundo mejor y más justo empieza con uno mismo. Tu acto individual por muy pequeño que parece, marca la diferencia.           

Anónimo

6 comentarios:

  1. El autor es un señor o señora llamado "Anónimo" no es mio ....Pero casi todo lo que escribe me encanta.Besicos a todos/as

    Marttina

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  2. Muy edificante, Marttina. Gracias por compartir.

    Simplona

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  3. Marttinica, muasckkkkk Gracias por aportar unos minutos de lectura estupendosss.. Guapa!!

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  4. Un pequeño gesto, aparentemente insignificante, puede cambiar la vida del que lo recibe.
    Gracias, Marttina.
    Un beso.
    LunaDeAbril

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  5. Un mundo mejor y mas justo empieza con uno mismo.Tu acto individual por muy poco que sea...besoss Marttina...gracias por compartir el cuento..

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  6. Pequeños gestos individuales con la única voluntad de sumar. Gracias Marttinica y más besos, cielo.

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