viernes, 11 de noviembre de 2011

Capítulo XIX - El Crucero (por Pirata)

Aún estaba familiarizándome con el camarote, y guardando el chaleco salvavidas que utilicé para el simulacro de seguridad, cuando escuché unos golpes en la puerta, al abrirla, encontré a un tipo bajito vestido de camarero que al presentarse me dijo llamarse  Concordio Bailón,  yo supuse por sus rasgos y acento que era de origen filipino.

-Sr. Pirata; el Capitán Res le pide que por favor me acompañe usted al puente inmediatamente.

La cosa debía de ser urgente por las prisas de mi nuevo amigo Concordio. Le seguí por un laberinto de pasillos, fuera de la vista de los turistas, hasta llegar al puente de mando. Vestido de uniforme, con un blanco que dañaba la vista, encontré a mi socio y amigo Res haciendo las funciones de su cargo. Con una mano en la frente oteaba el horizonte mientras decía unas palabras, de las cuales sólo entendí, “La Cruz de los caídos me caiga encima, estos me hunden el barco”. Miré hacia el mar en dirección hacia donde lo hacía Res y me quedé petrificado. Una zodiac de no más de tres metros se dirigía hacia El Soberano a toda velocidad.  Res dio órdenes de parar máquinas y prepararse para subir a bordo a los locos tripulantes de aquella bañera que amenazaba con tirar al mar a todos los que en ella estaban. Poco a poco fui distinguiendo a los pasajeros. En proa, de pie y pegando gritos, un hombre de mediana edad vestido con un traje beige, sombrero de ala ancha de panamá y un bastón de madera que no paraba de gritar.  Sin duda alguna era don Elíades  Montealto, mi amigo Elegante. Del resto de esa tripulación hablaré mas tarde.

Elegante, nada más estar en el Soberano, se dirigió a su camarote al grito de “voy a vestirme para la cena”.

La reunión fue de urgencia en la cafetería San Carlo.

Marttina, la única mujer de aquella expedición nos contó que era la psicoterapeuta personal de Elegante.  Había dejado su cátedra de investigación en la Universidad Católica de Murcia para investigar la dolencia de Elegante. Un reto que según contó era muy superior a lo que jamás pudo imaginar.  Aquella mujer morena de formas marcadas y generosas era de trato fácil y mi imaginación voló por unos instantes. Pero rápidamente volví a la realidad sacrificándome para que nada pudiera desviarla de sus cuidados a mi socio. Bueno, por eso y porque la doctora Luna, que también nos acompañaba en la reunión, empezaba a hacerme tilín.

Elegante, nos relató, no podía aún entender como la burbuja inmobiliaria le llevó hasta Túnez.   Él, que en Central Park de New York ordenó una paella para 25.000 personas, a modo de invitación, para que los neoyorkinos supieran lo que es comer. Él no podía resignarse a vivir solo con media docena de sirvientes y una Cesna en lugar del Boeing 707 que utilizaba para ir a ver a su tía Virtudes y que aparcaba en el aeropuerto de Ciudad Real.

Sus crisis cada vez empezaron a ser más fuertes y más continuas. La semana anterior entró en un cafetín en pleno centro de la capital de Túnez. Confundió el local por un Bar del cual fue dueño en otros tiempos. Confundiendo a todas con antiguas amistades suyas.  A las bailarinas las confundió con una subsecretaría de Medio Ambiente Marino; a doña Carlotta Puig, consejera de fianzas de la Generalitat, con una primera vedette-

Al limpiabotas con don Linfocito Lopez, diputado por Cuenca y Notario de profesión. Y así una larga lista de personas respetables.  Que en otro momento compartía amistad y cohechos propios e impropios. Terminó encima de una mesa del cafetín recitando a toda voz unos versos compuestos por él, y que fueron el colofón antes de que fuera echado del local a toda prisa.

El gesto de nuestras caras delataba nuestra preocupación.  La doctora Luna sugirió que le siguiéramos la corriente para no confundirlo. Pero el problema se agravaría cuando se encontrara con alguno de nuestros pasajeros que en mejores tiempos fueron amigos de Elegante. El rumor de que pronto estaría entre nuestros clientes un ministro cada vez era mayor (a ese creo que lo confundió con un soplagaitas).

Por otro lado continuaban los sabotajes en el barco.  En el atrio se encontraba una exposición fotográfica. El tema: “Culos femeninos del mundo”. Sobre una de las fotos, la correspondiente al culo Portugués, una pintada con muy mala letra decía: PIRATA PICHA CORTA.  Aquello aun empeoró mi humor y decidí que tenía que dar con el terrorista. Y de paso ponerme en manos de especialistas que levantaran mi ánimo.  Entonces surgió la duda… ¿Las manos de Marttina o las manos de Luna?

Tenía que pensar, rápido, con urgencia. Pero mientras, un mojito en la cubierta 7 fumándome un cigarrito, me ayudaría a ver las cosas con más claridad.

Le pregunte a Concordio si teníamos servicio de seguridad en el barco. Y me respondió que la jefa de seguridad era la Sra. Cavabaja , una mujer muy profesional y seria en su trabajo.

Y tanto que lo era. Ella me ayudo a cruzar la frontera de Frajana perseguido por toda una cabila de magrebíes en mi época de vendedor de jamones. Y yo que pensaba que vender jamones en marruecos sería el fin de mi modesta existencia.

Con Cava a mi lado el traidor seria descubierto con rapidez.

-Concordiooooooooo, limpiame los náuticos que voy a ver a Cava.

Continuará…
El PirataCojo

6 comentarios:

  1. Ummmmm, interesante, jajajaja muy bien descrito elegante, jajajaja un besito niño, y espero con ansia el proximo capitulo.angie

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  2. jajajaja Pirata qué habilidad la tuya para dar la vuelta y hacer bucles.
    Un beso.
    LunaDeAbril

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  3. Bonitas historias contadas ademas con mucha gracia , espero con interes el proximo capitulo.......Gracias

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  4. "Dremiadelamorhermoso"...tres días sin internet y el blog se llena, que gusto blogeros/as, a ver empiezo con mi pirata bello, como me conoces de bien joío¡¡ el estudío de casos "exteremos" y el mar mis dos pasiones, ainss...ME HA ENCANTADO, sin duda un crucero mágnifico y si es esta noche la que he de soñar con ese viaje, con esta luna que nos arropa hoy, me siento una GRAN privilegiada, que bella compañia ...besicos a todos nos vemos en puerto.

    Pirata muchas gracias, ha sido un gran honor ser una pequeña musa en esta aventura.

    Marttina

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  5. So chivato, ahora van a saber que la responsable de los recortes en sanidad y educación aquí en Catalunya son cosa mía!!.. Te la has cargado, avisado quedas, piratín //pedorreta que va.

    Besos para las musas que ellas sí que se los valen ;-)

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  6. Como andaba muy ocupada intentando "pillar" al traidor, he entrado un poco tarde. Pero aunque tarde y como no se me ocurre un sitio mejor, aquí te dejo un besazo enorme y mi felicitación Señor Pirata, que cumplas un montón más y conseves tu buen humor y lo sigas compartiendo con los amigos.
    ...cavabaja.

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