viernes, 21 de octubre de 2011

Capítulo VI - El Cabaret (Por Elegante)

Ahmed entró en el saloncito de columnas dóricas…seguido de Res y su perro, que mordisqueaba y mordismeaba todo aquello que se ponía en su camino. Yo lo esperaba sentado en el sillón de mimbre envuelto en mi albornoz, preguntándome que de nuevo podría contarme. Nada más verme, me dijo con sorna: D.Ele…aquí el “morapio” me decía que esperara en el “Jol” y le he dicho que mejor esperaba en la “Jombra.” que hace mucho calor. Se referiría al Hall o recibidor, Res ¡contesté!.
Efectivamente las informaciones tenían algo de verdad…pero no toda. El Pirata no había embarcado en el barco del Té sino que había dejado el encargo…(endiñado el muerto) a Res.. .que me explicó que al estrellarse contra las rocas que limitaban la playa, la mercancía se había disipado por entre las aguas de Alboran. Confirmó que la subida del precio del pescado de la zona era un hecho…pues en las discotecas y con el fin de colocarse antes, se servía el whiskey con un combinado de tapita de salmonete que a la sazón había impulsado la economía regional. Me contó también que el accidente se produjo por un malentendido pues al gritar él que estaba situado en la proa al piloto un “tirapafuera” aquél lo interpretó como que fuera era la tierra y él se refería a “tirapadentro” que era “pafuera” visto desde la playa pero “padentro” desde el mar… por lo que en el “padentro” y en el “pafuera” estuvo el error. Le comenté que hubiera sido mejor decir “tirapatrás”… y él me respondió que si “padentro” y “pafuera” no habían funcionado, “palante” y “patrás”…tampoco lo hubieran hecho. Al final desistí del tema ya que la principal inquietud que traía era la de que le diera trabajo. “Que sea algo descansado D. Ele, ya sabe usted, por lo de la espalda.”
-¿Padeces de la espalda Res?- Que va, nunca! D.Ele…por eso lo digo. Ya que no me duele no vaya a ser que me duela. ¿¿Tiene algo sentado?? Añadió. Aún recordaba cuando trabajó en mi negocio actual “El Bar de Ele”, Cabaret Copia exacta del de Rick en Casablanca y que se convirtió en el centro de reunión del todo Tunez en las noches en las que el Jazz y la voz de mi vieja amiga Lolayla Howard…ya retirada del cine, cantaba y bailaba acompañada al piano por Sam, que aunque su nombre era Antonio Marcos Agüé y era Guineano adoptó ese nombre por exigencias del guión.
Lolayla abandonó el cine para seguir mis pasos tras un arrebato amoroso y alcoholizada por mi desdén. Y es que… a mí ligar con actrices famosas me cansa mucho. Ella decidió pasar la vida a mi lado aunque fuera para rozarse en el pasillo amarrada a una botella de Whiskey. A veces la besaba en el almacén rasgando su ropa interior y contra la pared sobreexcitándola hasta el paroxismo y entre gritos de satisfacción la poseía salvajemente de manera piadosa. Estos momentos pasionales que acababan irremediablemente en orgías lujuriosas, dejaba marcas inequívocas en la pared y eran la comidilla entre los empleados.
Res era el encargado de ir al puerto con un destartalado autobús y haciéndolo pasar por el del Hotel Excelsior recoger a los turistas y llevarlos directamente al garito donde entre cena y espectáculo los aliviábamos de gran parte de su dinero… haciéndoles un favor ya que la delincuencia en Túnez era grande y se lo podían haber robado otros y nunca con la clase y el estilo con que nosotros lo hacíamos. Era en ese antro entre luces veladas y el humo del tabaco donde debutó Azoraida, acontecimiento que supuso un escándalo de tal magnitud que las colas eran enormes y al decir colas me refiero a la colocación en hilera de la gente para entrar al local. Tal fue el pasmo del personal que lo que al principio anunciábamos como “La danza de los siete velos” Acabó llamándose la “Danza de los setecientos lelos” debido al efecto que producía entre el personal masculino. Tuve que despedirlo pues llegado a un punto, advertía a los turistas de que “la música era mala”, de manera insistente y cansina, y pretendía echar a los que no hablaban, quedándose su papel restringido al de conductor y cigarrero.
De Pirata, me contó que andaba por tierras del sur buscando contactos financieros y me entregó un mensaje según él cifrado en clave (debido a su trascendencia y por si caía en manos de la policía) en un papel que decía: Ele… compra terrenos baratos a ser posible rústico sin recalificar, para construir y engañar a unos pardillos, a ver si les endiñamos unos chalets y nos forramos. ¡Sobornaremos a las autoridades!!Todo por la pasta!
Siempre pensé que si en clave y por prudencia había escrito eso… como sería cuando se le fuera la lengua ¡!!Cielos!!!
Un calor en mis pies me despertó de mis absortos pensamientos. Sultán se había meado en ellos. Sí, ese perro era un Pastor del Orinoco.                                                         
Elegante

1 comentario:

  1. Tengo ya ganas de que se junten de nuevo estos tres!!! Ahora sólo falta que los dos que están aún juntos también se separen...o que se vaya Res con Azoraida, o que Pirata se pierda en una isla desierta en busca de negocios inmobiliarios ...ainsss un culebrón de estos de por la tarde después de comer (no no...mejor de eso no)
    Besos para todos
    isabel1

    ResponderEliminar