sábado, 15 de octubre de 2011

Capítulo V- La mercancía (Por Pirata)

CÁDIZ

Yo no podía faltar a mi cita en Cádiz con El Florista. Así que le di a Res unas clases intensivas de navegación, le regalé mi gorra de marino, le presenté a la tripulación y le deseé suerte. Desde el muelle vi alejarse a aquel barco donde iba el mejor de mis amigos y quizás mi futuro.  La noche oscura como boca de lobo, me hizo pensar en los peligros que mi amigo tendría que superar para poder darle la vuelta a aquella racha de mala suerte que me perseguía. Pero mi confianza en Res era ciega.  Sabía que nada podría perturbar su lealtad hacia mí y en el gran respeto que yo sentía por él – De pronto, un grito me saco de mis cavilaciones:
¡Pirata! ¡Rata inmunda!   Cuando vuelva te hare el trabajito que el práctico de Siracusa, no supo terminar como pierdas la cartera que acabas de robarme.
Los vellos de la nuca se me erizaron por un momento, no tanto por la amenaza, sinó por los ladridos de Sultán. Cuando vuelva a verlos tendré que buscarle alguna novia que le cambie la voz.
Llegue a Cádiz con tiempo suficiente como para poder descansar antes de mi entrevista. Gracias al contenido de la cartera de Res podía permitirme ciertos lujos. Me decidí por un hotel discreto  y con sabor colonial "Hotel Cortes de Cádiz", en la calle San Francisco, en pleno centro y muy cerca del muelle por si tenía que volver a salir con prisas  Me puse frente a la entrada del hotel, mire hacia un lado y hacia otro.  Nada me indicaba que me hubieran seguido, ni siquiera que se supiera de mi presencia en esta ciudad. Petate al hombro entré confiado.
Me despertó de la siesta sobresaltado  el sonido del teléfono.
-Sr. Pirata una dama le espera en el vestíbulo. Le sugiere que baje rápidamente ya que solo dispone de 5 minutos para usted.
Si era una dama tendría que darme prisa en ducharme, y perfumarme. La ocasión no merecía menos.  Solo tarde media hora, estaba desando ver quien preguntaba por mí.
La observe desde el primer piso, era una mujer guapa, pelirroja que me recordaba a alguien. Baje los escalones de dos en dos. Ella estaba de espaldas, pantalón vaquero ajustado y blusa blanca.
-¿Preguntaba por mi?
Al volverse y poder verle la cara solo pude intentar decir una palabras.
-Ga ga ga…
- Si, yo soy   Piratin. Solo he venido a recordarte que tenemos una cita pendiente y que esta vez vas a cumplir tu palabra por la cuenta que te trae.
Mientras hablaba, mostraba una pequeña daga que brillaba de una forma  amenazadora.
- A media noche te espero en el  Pay Pay. No te olvides.
Dio media vuelta y se marcho dejándome con la boca abierta y el miedo en el cuerpo.


(Hotel Cortes de Cadiz)

Después de cinco minutos yo también salía del hotel con dirección a la plaza El Tío de la Tiza, en pleno barrio de la Viña. Allí me encontraría con el Florista. Cádiz estaba precioso la temperatura ideal, y una leve brisa acariciaba mi rostro. Al pasar por la plaza de Mina vi a mi derecha el Hotel  Francia Paris, donde tantos tratos y hice en otra época de mi vida cuando la suerte era mi amiga.
Compré un paquete de Marlboro en el estanco de la calle De la Rosa y giré a la izquierda buscando  la plaza de la cita.
Es una plaza pequeña, que han intentado dejar tal cual era a final del siglo XIX. Antes de entrar recé lo que supe ante la imagen de la Virgen de la Palma y entré en el local.




En el cartel, sobre la puerta,  se podía leer “EL ANTICUARIO” Un local diminuto con estantes de libros y fotos antiguas en las paredes. La barra a la izquierda y tras ella un tipo que con un gesto me indicó que bajara las escaleras. Yo conocía el local , sabía que el sótano estaba decorado  simulando la bodega de un galeón. También sabía que no tenía ninguna salida.
Al bajar las escaleras reconocí al tipo negro que me miraba con cara de pocos amigos. Era Fermín, un cubano bragado que tiempo atras estuvo a las ordenes de un buen amigo.

Al fondo, sentando tras una mesa, un tipo con pinta de funcionario y escondido tras unas gafas que sostenía con la punta de la nariz, me indico que me sentara.
Como de costumbre no me dejo hablar.
El Florista.- Pirata, tengo algo que nos va a hacer de oro.  Tienes un amigo constructor en Túnez.  Dile que se ponga a construir mansiones para nuevos ricos. Y que empiece ya.
No me interrumpas- Verás…¿En que es España primer productor? En políticos corruptos Pira.
Ese tiene que ser nuestro filón. Hay de todos los colores, edades y sexos. Nosotros les ofrecemos la posibilidad de vivir con el dinero ganado con el sudor de su frente en un sitio tranquilo. Donde el lujo sea la forma habitual. ¿Y donde mejor que en Cartago? Ciudad milenaria, donde ya existía un senado 500 años de que Cristo naciera.
Nosotros le ofrecemos a estos profesionales de la política la posibilidad de eludir los pocos meses de cárcel a los les pueda condenar la justicia. No podemos permitir que se les caiga el moreno que con tanto sacrificio lograron en las playas de Ibiza o de Marbella.
Dile al Elegante que no se preocupe por hacer separaciones por colores o por idiomas, Ellos solo se ladran en público y a solas te aseguro que solo hablan español.,
Anotó un número de teléfono y un nombre. Tendría que llamar en tres días para organizar el primer envio-
Salí a la calle y me tropecé con una chirigota de las que en Cádiz llaman callejeras.
Me relajé demasiado y no vi tras de mí a aquellos dos tipos que me ponían la navaja en los riñones y me decían: Calla y anda….

Si quieres escuchar la chirigota, clica aquí: Las niñas de zapatero




El Piratacojo

1 comentario:

  1. Y yo me pregunto...¿se volverán a juntar dentro de poco el trío? esto de que acabe siempre en puntos suspensivos...
    Muchos besos
    isabel1

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